Jan 10, 25

Hipotiroidismo de Hashimoto, así es el día a día de millones de personas

El hipotiroidismo de Hashimoto, también conocido como tiroiditis crónica autoinmune, es una de las enfermedades tiroideas más comunes en el mundo. Este padecimiento representa un desafío diario para millones de personas debido a sus múltiples síntomas, su progresión silenciosa y el impacto en la calidad de vida. 

¿Qué es el hipotiroidismo de Hashimoto?

El hipotiroidismo de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca a la glándula tiroides, causando inflamación crónica y una disminución progresiva en la producción de hormonas tiroideas. Esta deficiencia hormonal afecta funciones clave del metabolismo, reguladas por las hormonas tiroideas T3 (triyodotironina) y T4 (tiroxina).

El diagnóstico se confirma a través de pruebas de laboratorio que incluyen niveles elevados de anticuerpos antitiroglobulina (anti-Tg) y antiperoxidasa tiroidea (anti-TPO), así como una disminución de las hormonas T3 y T4 acompañada de un aumento en la hormona estimulante de la tiroides (TSH).

Síntomas más comunes

El hipotiroidismo de Hashimoto suele desarrollarse lentamente, con síntomas que a menudo son confundidos con el envejecimiento o el estrés. Los signos más comunes incluyen:

  • Fatiga persistente

  • Aumento de peso inexplicado

  • Intolerancia al frío

  • Piel seca y cabello quebradizo

  • Depresión y cambios de ánimo

  • Problemas de memoria o "niebla mental"

  • Estreñimiento

  • Menstruaciones irregulares

  • Dolor muscular o articular

Estos síntomas pueden variar de una persona a otra y complican su diagnóstico temprano.

Estadísticas de prevalencia en el mundo

El hipotiroidismo de Hashimoto afecta a aproximadamente el 5% de la población mundial y es la causa más frecuente de hipotiroidismo en países con acceso adecuado a yodo. La enfermedad es de 5 a 10 veces más común en mujeres que en hombres, particularmente entre los 30 y 50 años. Según datos recientes, cerca del 20% de las mujeres mayores de 60 años presentan algún grado de disfunción tiroidea asociada a Hashimoto.

En México, la prevalencia del hipotiroidismo en general es del 9%, siendo más común en regiones urbanas.

Tratamientos con evidencia científica

El tratamiento estándar para el hipotiroidismo de Hashimoto es la terapia de reemplazo hormonal con levotiroxina sódica, un medicamento que simula la acción de la hormona tiroidea T4. Este enfoque tiene alta eficacia para normalizar los niveles de TSH y aliviar los síntomas en la mayoría de los pacientes.

Sin embargo, investigaciones recientes han explorado otras opciones terapéuticas, como:

  • Selenio: Estudios han demostrado que la suplementación con selenio (200 mcg/día) puede reducir los niveles de anticuerpos anti-TPO y mejorar la función tiroidea en algunos pacientes.

  • Vitamina D: Niveles bajos de vitamina D se asocian con una mayor actividad autoinmune. La suplementación podría ser beneficiosa para modular la respuesta inmunitaria.

  • Dieta sin gluten: Algunas personas con Hashimoto reportan mejoras al evitar el gluten, especialmente si tienen sensibilidad al gluten o enfermedad celíaca.

Propuestas funcionales para Hashimoto

Desde una perspectiva funcional, el tratamiento del hipotiroidismo de Hashimoto incluye un enfoque integral que busca abordar las causas subyacentes de la inflamación y el deterioro inmunitario:

  1. Nutrición personalizada: Incorporar una dieta antiinflamatoria rica en alimentos enteros, vegetales de colores variados, omega-3 y antioxidantes puede ayudar a reducir la carga inflamatoria.

  2. Suplementos herbales: Ingredientes como la cúrcuma (curcumina) y ashwagandha han mostrado propiedades adaptógenas y antiinflamatorias, lo que podría apoyar la salud tiroidea.

  3. Reducción del estrés: Técnicas como el yoga, la meditación y la respiración profunda pueden disminuir los niveles de cortisol, una hormona que puede exacerbar el daño tiroideo.

  4. Cuidado intestinal: El vínculo entre la salud intestinal y las enfermedades autoinmunes es cada vez más evidente. Suplementos como probióticos y prebióticos pueden mejorar el microbioma intestinal y reforzar el sistema inmunitario.

Referencias

  1. Chaker, L., et al. (2017). Hypothyroidism. The Lancet, 390(10101), 1550-1562.

  2. Wichman, J., et al. (2018). Selenium supplementation in autoimmune thyroiditis: A systematic review and meta-analysis. Thyroid, 28(10), 1325-1333.

  3. Mazokopakis, E. E., et al. (2014). The role of vitamin D in Hashimoto's thyroiditis. International Journal of Health Sciences, 8(3), 418-425.

Por: Equipo Elevaté

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