Principales problemas digestivos
Tener una digestión saludable es imprescindible para el bienestar general y el funcionamiento adecuado de nuestro cuerpo y mente.
El proceso digestivo es esencial para descomponer los alimentos en nutrientes que el cuerpo pueda absorber y utilizar para obtener energía, reparar tejidos y mantener una salud óptima. Una digestión adecuada garantiza que los nutrientes esenciales, como vitaminas, minerales y aminoácidos, sean absorbidos de manera eficiente en el torrente sanguíneo y se distribuyan a todas las células del cuerpo.
Una gran cantidad de células del sistema inmunológico se encuentran en nuestros intestinos, y una buena salud digestiva ayuda a proteger el cuerpo contra invasiones de bacterias, virus y otros patógenos dañinos. Además, una digestión sana promueve una correcta respuesta inflamatoria y reduce el riesgo de inflamación crónica y enfermedades autoinmunes.
Existe una conexión directa entre el sistema digestivo y el cerebro, conocida como el eje intestino-cerebro.
La salud digestiva implica un tránsito intestinal adecuado y una eliminación regular de desechos. Esto previene el estreñimiento, que puede causar malestar abdominal, hinchazón y toxinas retenidas en el cuerpo. Una buena eliminación de desechos también ayuda a prevenir la acumulación de toxinas en el colon y reduce el riesgo de enfermedades relacionadas con el colon, como el cáncer colorrectal.
Una digestión adecuada a la vez, está relacionada con un metabolismo saludable y el mantenimiento de un peso corporal equilibrado. Cuando los alimentos se descomponen y absorben correctamente, el cuerpo puede utilizarlos de manera eficiente para obtener energía y evitar la acumulación excesiva de grasa. Por otro lado, los problemas digestivos pueden dificultar la absorción de nutrientes y desencadenar desequilibrios hormonales que pueden contribuir al aumento de peso.
Los problemas en el sistema digestivo pueden manifestarse de diversas formas y tener diferentes causas. Algunos signos comunes de problemas digestivos son:
Dolor abdominal: Puede ser causado por afecciones como gastritis, úlceras, síndrome del intestino irritable o inflamación intestinal.
- Remedios: Evitar alimentos irritantes, llevar una dieta nutritiva, reducir el estrés, tomar suplementos adecuados como Vital Gut y Body Balance según las indicaciones.
Acidez estomacal y reflujo gastroesofágico (ERGE): Puede ser causado por el debilitamiento del esfínter esofágico inferior o por una dieta alta en grasas y alimentos picantes.
- Remedios: Evitar alimentos desencadenantes, comer comidas más pequeñas y frecuentes, elevar la cabeza de la cama, evitar acostarse inmediatamente después de comer.
Estreñimiento: Puede ser causado por una dieta pobre en fibra, falta de actividad física, deshidratación o efectos secundarios de algunos medicamentos.
- Remedios: Aumentar la ingesta de fibra mediante frutas, verduras, cereales integrales, beber suficiente agua, mantener un estilo de vida activo y hacer ejercicio moderado regularmente.
Diarrea: Puede ser causada por infecciones, intolerancias alimentarias, síndrome del intestino irritable o efectos secundarios de medicamentos.
- Remedios: Descansar y mantenerse hidratado, evitar alimentos grasos, picantes y difíciles de digerir, consumir alimentos frescos, suaves y de fácil digestión como arroz, caldos, plátano y tostadas.
Distensión abdominal: Puede ser causada por la acumulación de gases, intolerancias alimentarias, síndrome del intestino irritable o enfermedad inflamatoria intestinal.
- Remedios: Evitar alimentos que causen gases (legumbres, brócoli, coliflor), comer despacio y en porciones más pequeñas, realizar actividad física regularmente, considerar el uso de probióticos variados y de calidad.
Existen varias sustancias añadidas a los alimentos procesados que resultan dañinas para la salud del sistema digestivo. Las más comunes que debemos evitar son:
Residuos de pesticidas y herbicidas: Sustancias como el glifosato se asocian a un deterioro significativo del tracto digestivo. La mejor forma de alejarse de estas sustancias tan dañinas es consumir productos orgánicos, de agricultura biológica, siempre que sea posible.
Grasas trans: Son grasas artificiales creadas mediante un proceso llamado hidrogenación, que convierte los aceites líquidos en grasas sólidas. Estas grasas se utilizan en muchos alimentos procesados para mejorar la textura y prolongar la vida útil. Sin embargo, las grasas trans se asocian con un mayor riesgo de enfermedades del corazón y también pueden aumentar la inflamación en el cuerpo, incluido el tracto digestivo.
Edulcorantes artificiales: Los edulcorantes artificiales, como el aspartamo, la sacarina y el sucralosa, se utilizan en muchos alimentos procesados y bebidas dietéticas para proporcionar dulzor sin calorías. Sin embargo, tienen efectos secundarios digestivos, como hinchazón, gases y diarrea, debido a su consumo excesivo; y a largo plazo pueden llevar a enfermedades crónico degenerativas sumamente serias.
Aditivos alimentarios: Muchos alimentos procesados contienen una variedad de aditivos alimentarios, como conservantes, colorantes, saborizantes y estabilizadores, que pueden causar, a corto plazo, síntomas digestivos como malestar abdominal, diarrea o estreñimiento.
Excitotoxinas: Las excitotoxinas, como el glutamato monosódico (MSG), se utilizan en muchos alimentos procesados como potenciadores del sabor. Estas sustancias sobreestimulan las células nerviosas y pueden desencadenar síntomas digestivos como dolor abdominal, náuseas y diarrea. su consumo regular se ha asociado con serios problemas neurológicos.
Colorantes artificiales: Los colorantes artificiales se utilizan para agregar color a muchos alimentos procesados, como dulces, bebidas y productos horneados. Algunas personas experimentan sensibilidad a estos colorantes con síntomas digestivos como malestar estomacal, diarrea o estreñimiento.
Es importante leer las etiquetas de los alimentos procesados y evitar aquellos que contienen estas sustancias añadidas.
Optar por alimentos frescos y naturales (en lugar de alimentos altamente procesados) ayuda a reducir la exposición a estas sustancias y promueve una digestión más saludable.
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