May 05, 25

Histaminas, el elefante en el cuarto

¿Te has sentido agotado sin razón aparente? ¿Padeces migrañas, erupciones en la piel, problemas digestivos o incluso ansiedad que ningún médico logra explicar del todo? Tal vez estés conviviendo con un desequilibrio que pocos reconocen y que, sin embargo, tiene el poder de alterar múltiples sistemas del cuerpo: el exceso de histamina.

Las histaminas no son un problema en sí mismas, pero cuando se acumulan más de lo que tu cuerpo puede gestionar, se convierten en el elefante en el cuarto.

¿Qué son las histaminas y por qué están en tu cuerpo?

Las histaminas son moléculas naturales, derivadas del aminoácido histidina, que cumplen funciones esenciales para la vida. Actúan como mensajeros químicos: regulan la respuesta inmunitaria, modulan la secreción de ácido gástrico, y participan en procesos neurológicos como la vigilia y la memoria. El cuerpo las produce de manera constante, y también las obtenemos a través de alimentos fermentados o envejecidos.

Son especialmente conocidas por su papel en reacciones alérgicas.

Cuando tu cuerpo detecta una amenaza —real o percibida—, las células inmunológicas (en especial los mastocitos) liberan histamina para generar una respuesta inflamatoria rápida: dilatación de vasos sanguíneos, enrojecimiento, picor, etc. Este sistema es útil en defensa, pero puede volverse problemático cuando se activa de forma descontrolada.

La histamina se une a diferentes receptores en el cuerpo (H1, H2, H3 y H4), cada uno con efectos distintos. Por ejemplo, los receptores H1 están relacionados con la picazón, inflamación y síntomas respiratorios; los H2, con la secreción de ácido gástrico; los H3, con la modulación neurológica; y los H4, con funciones inmunes aún en estudio.

¿Y entonces, por qué la histamina puede causar problemas?

El problema no está en la histamina en sí, sino en su acumulación. En un cuerpo sano, existen mecanismos para degradar y eliminar la histamina de manera eficaz. Los dos más importantes son:

1. Diaminoxidasa (DAO)

La DAO es una enzima que se produce principalmente en el intestino delgado, así como en la placenta y los riñones. Su función es neutralizar la histamina extracelular, es decir, la que proviene de los alimentos o se libera en el sistema digestivo.

Cuando hay una deficiencia de DAO —por causas genéticas, inflamación intestinal, consumo de alcohol o ciertos medicamentos—, la histamina ingerida no se degrada correctamente y comienza a acumularse. Esto genera una intolerancia a la histamina, cuyos síntomas pueden confundirse con alergias, problemas digestivos o incluso trastornos neurológicos.

Estudios como el publicado por Nutrients (Jafek et al., 2018) han demostrado que una actividad reducida de DAO puede relacionarse con síntomas como migrañas, fatiga crónica, urticaria, insomnio y síndrome de intestino irritable.

2. Histamina N-metiltransferasa (HNMT)

A diferencia de la DAO, la HNMT actúa dentro de las células, principalmente en el sistema nervioso central, el hígado y los riñones. Su función es metabolizar la histamina intracelular, especialmente la que tiene que ver con funciones neurológicas.

La actividad de HNMT depende de cofactores como el magnesio y la S-adenosilmetionina (SAMe). Las personas con mutaciones genéticas que afectan esta enzima pueden tener una respuesta exagerada al estrés, a los cambios hormonales o a estímulos sensoriales mínimos, como ruidos fuertes o luces brillantes. También se ha vinculado la disfunción de HNMT con trastornos como el déficit de atención, la ansiedad y el insomnio crónico.

¿Qué pasa cuando tu cuerpo no puede manejar la histamina?

Se produce lo que conocemos como intolerancia a la histamina, una condición subdiagnosticada pero cada vez más reconocida en la medicina funcional. Se calcula que afecta entre el 1 y el 3% de la población, aunque muchos más podrían padecerla sin saberlo (Maintz & Novak, 2007).

Los síntomas varían, pero suelen ser multisistémicos:

  • Digestivos: distensión abdominal, diarrea, náuseas.

  • Neurológicos: migrañas, vértigo, ansiedad, insomnio.

  • Cutáneos: urticaria, picazón, enrojecimiento facial.

  • Cardiovasculares: palpitaciones, hipotensión.

  • Respiratorios: congestión nasal, asma no alérgica.

Muchas veces, estos síntomas son confundidos con otras enfermedades: colon irritable, fibromialgia, alergias alimentarias, e incluso enfermedades autoinmunes.

¿Qué puedes hacer para revertir esta intolerancia?

La buena noticia es que sí hay formas naturales y funcionales de restaurar el equilibrio histamínico. Aquí te compartimos algunas estrategias validadas por la ciencia y la práctica clínica funcional:

1. Revisar tu alimentación

Evita alimentos ricos en histamina o que estimulan su liberación. Algunos de los más comunes son:

  • Quesos curados, embutidos, pescados enlatados

  • Vino, cerveza, vinagre, alimentos fermentados

  • Tomate, berenjena, espinaca, aguacate, chocolate

  • Frutos secos y mariscos

Reducir estos alimentos por un tiempo puede ayudarte a disminuir la carga de histamina y evaluar tu respuesta.

2. Reparar el intestino

Una mucosa intestinal sana es clave para producir suficiente DAO. En Elevaté Botánica, apostamos por ingredientes herbales con respaldo científico como:

  • Quercetina: estabiliza los mastocitos y reduce la liberación de histamina.

  • Moringa y cúrcuma: antiinflamatorios naturales que promueven la salud intestinal.

  • Zinc, vitamina B6 y cobre: cofactores esenciales para la actividad DAO.

3. Evitar fármacos que interfieren con DAO

Algunos medicamentos como los antiinflamatorios no esteroides (ibuprofeno), ciertos antidepresivos y antihipertensivos pueden bloquear la acción de la DAO. Si estás bajo tratamiento, consulta con tu médico si hay alternativas más compatibles.

4. Suplementar cuando sea necesario

En algunos casos, se puede utilizar DAO exógena como suplemento antes de las comidas, especialmente si sabes que vas a consumir alimentos ricos en histamina. También existen suplementos que apoyan la metilación (como SAMe, magnesio o vitaminas del complejo B) para mejorar la función de la HNMT.

Histaminas y enfermedades crónico inflamatorias

Cada vez más estudios señalan la relación entre desequilibrios en la histamina y condiciones como:

  • Diabetes tipo 2, por su relación con la inflamación sistémica.

  • Demencia y enfermedades neurodegenerativas, a través de mecanismos inflamatorios y alteraciones en la HNMT.

  • Síndrome de intestino permeable, que disminuye la capacidad del intestino de producir DAO.

Referencias

  • Maintz, L., & Novak, N. (2007). Histamine and histamine intolerance. Am J Clin Nutr, 85(5), 1185-1196.

  • Jafek, J. L., et al. (2018). Histamine intolerance: The current state of the art. Nutrients, 10(9), 1131.

  • Kovacova-Hanuskova, E., et al. (2015). Histamine, histamine intoxication and intolerance. Allergol Immunopathol, 43(5), 498-506.

Por: Equipo Elevaté

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