La hormona de la felicidad (serotonina) y los beneficios de un intestino saludable

A la serotonina se le ha llamado la hormona de la felicidad debido a su papel en la regulación del estado de ánimo y la promoción de sentimientos de bienestar y satisfacción. Desempeña funciones clave en la regulación del apetito, movimientos del tracto digestivo, ciclo de sueño, percepción de dolor, coagulación de la sangre, función cardiovascular y el metabolismo de los huesos.
La serotonina está involucrada en la modulación de los niveles de ansiedad, estrés y depresión, y niveles bajos de serotonina se han asociado con una mayor incidencia de trastornos del estado de ánimo y trastornos psiquiátricos. En general, tiene un papel importante en la regulación de muchas funciones corporales y es esencial para mantener nuestra salud física y emocional.
TIENE UN PAPEL IMPORTANTE EN LA REGULACIÓN DE MUCHAS FUNCIONES CORPORALES Y ES ESENCIAL PARA MANTENER NUESTRA SALUD FÍSICA Y EMOCIONAL.
La serotonina es un neurotransmisor y hormona que actúa en el cuerpo a través del eje cerebro-intestino. Un 10% de la serotonina es producida en el cerebro y funciona como neurotransmisor entre las neuronas, y el 90% es producida en las células de la membrana intestinal y al ser liberada funciona como hormona en nuestro sistema nervioso central, regulando la motilidad del tracto digestivo, la secreción de jugos gástricos y contribuye a la sensación de saciedad después de comer.
Aún más, varios estudios comprueban la relación entre ciertas cepas de bacterias benéficas en nuestra microbiota intestinal y niveles altos de serotonina.
El tracto digestivo y el cerebro están conectados a través del eje intestino-cerebro, un sistema de comunicación bidireccional que involucra al sistema nervioso, hormonas, microbiota y sistema inmunológico. Como resultado, la serotonina producida en el intestino puede afectar estados de ánimo y comportamiento, al igual que la serotonina producida en el cerebro afecta la función digestiva.
VARIOS ESTUDIOS COMPRUEBAN LA RELACIÓN ENTRE CIERTAS CEPAS DE BACTERIAS BENÉFICAS EN NUESTRA MICROBIOTA INTESTINAL Y NIVELES ALTOS DE SEROTONINA.
La serotonina se sintetiza a partir del aminoácido triptófano, que tomamos de los alimentos. En el tracto digestivo, el triptófano es transformado en serotonina por la acción de las enzimas hidroxilasas triptófano. Una dieta rica en alimentos que contienen triptófano, como carne de pavo y pollo, pescado, lácteos y nueces, puede ayudar a aumentar la producción de serotonina.
Aumentar el consumo de fibra vegetal en la dieta también se ha relacionado con mayores niveles de serotonina y mejor estado de ánimo. La fibra vegetal es un carbohidrato que no digerimos y las bacterias en el intestino lo fermentan produciendo ácidos grasos de cadena corta (SCFA) esenciales para la salud intestinal.
Existen varias maneras de incrementar nuestros niveles de serotonina:
- Tomar el suplemento Vital Gut de Elevate para sanar la membrana intestinal.
- Comer alimentos ricos en triptófano (pavo, pollo, salmón, atún, nueces, etc.).
- Exposición a la luz solar por lo menos unos minutos por la mañana.
- Actividad física y ejercicio moderado.
- Tomar vitamina B6 y magnesio.
En conclusión podemos decir que es esencial, para la salud en general, tener los niveles adecuados de la “hormona de la felicidad” y mantener un intestino sano con Vital Gut nos puede hacer sentir más felices.