La L-isoleucina es un aminoácido de cadena ramificada (BCAA) esencial para la recuperación muscular, el equilibrio energético y la regulación glucémica. A diferencia de la leucina, su papel principal está en la reutilización metabólica de la glucosa y en el mantenimiento de los niveles de energía durante el ejercicio o períodos de restricción calórica.
Participa en la síntesis proteica y en la reparación de tejidos, pero también actúa como un modulador metabólico: mejora la sensibilidad a la insulina, promueve la captación de glucosa en el músculo esquelético y apoya la producción de energía mitocondrial.