La L-glicina es el aminoácido más simple y abundante del organismo, y uno de los pilares estructurales de la matriz extracelular. Representa aproximadamente un tercio de los residuos de colágeno, proteína que confiere fuerza, elasticidad y cohesión a tejidos como piel, cartílago, huesos, tendones y vasos sanguíneos. Su tamaño y naturaleza no polar permiten el plegamiento compacto de las fibras de colágeno tipo I, II y III, otorgando resistencia y estabilidad al tejido conectivo.
Además de su papel estructural, la glicina es un aminoácido funcional y regulador metabólico. Participa en la síntesis de glutatión, el principal antioxidante intracelular, y en la producción de porfirinas, purinas y creatina, esenciales para la formación de ADN, energía muscular y regeneración celular.