El aceite esencial de canela, extraído por destilación de la corteza del árbol Cinnamomum verum, es uno de los aceites más concentrados en aldehídos aromáticos, principalmente cinamaldehído (≈60–75 %), junto con eugenol, linalol y β-cariofileno, compuestos responsables de su efecto estimulante, antioxidante y antimicrobiano.
A nivel cutáneo, el cinamaldehído ejerce una acción rubefaciente controlada, incrementando la microcirculación dérmica y promoviendo un aporte mayor de oxígeno y nutrientes hacia los tejidos superficiales. Este mecanismo activa la función fibroblástica, favoreciendo la síntesis de colágeno y la regeneración celular. Además, su efecto vasodilatador suave contribuye a una sensación térmica revitalizante, ideal para estimular pieles apagadas o con tono irregular.