¿Cuántas veces has empezado un tratamiento, un suplemento, una rutina… y lo abandonaste en semanas?
No por flojera, ni por desinterés, sino por falta de estructura, acompañamiento, motivación real.
La ciencia lo confirma: la clave no es solo el tratamiento, sino la adherencia.
Y en el corazón de la adherencia, están los hábitos.
¿Qué es la adherencia terapéutica?
La adherencia terapéutica es la capacidad de una persona para seguir de forma constante las indicaciones médicas o terapéuticas, ya sea en tratamiento farmacológico, suplementación, dieta o rutina de autocuidado.
Incluye:
• Uso de medicamentos o suplementos
• Cambios en la alimentación
• Ejercicio físico o técnicas de manejo emocional
• Rutinas de sueño, meditación, higiene metabólica
Una persona con buena adherencia no es quien “nunca falla”, sino quien tiene un sistema que la ayuda a volver cada vez que se desvía.
¿Por qué importa?
Porque incluso los tratamientos más eficaces no funcionan si no se sostienen.
Y en condiciones crónicas (como hipertensión, diabetes, obesidad, resistencia a la insulina, depresión o síndrome intestinal).
Según la OMS (Sabaté, 2003), la adherencia promedio en enfermedades crónicas no supera el 50%, lo que significa que la mitad de los pacientes no logra seguir adecuadamente su plan terapéutico, y esto genera:
• Progresión de la enfermedad
• Complicaciones graves y evitables
• Incremento en hospitalizaciones y costos médicos
• Desconfianza en el proceso terapéutico
• Abandono del cuidado personal
¿Por qué cuesta tanto sostener un hábito terapéutico?
• Porque los resultados no son inmediatos y vivimos en una cultura de gratificación instantánea.
• Porque mejoramos un poco… y pensamos que ya no lo necesitamos.
• Porque hay demasiada información (y desinformación) que confunde más que ayuda.
• Porque no tenemos un sistema, solo intención.
Y la intención, sin estructura, no se adhiere.
La mente humana no puede sostenerlo todo con pura fuerza de voluntad.
Necesitamos diseño. Y repetición. Y sentido.
Por eso los hábitos son clave: automatizan la decisión, liberan energía mental y crean constancia.
¿Qué dice la neurociencia sobre los hábitos?
Un hábito no es una promesa ni una lista de tareas.
Es un circuito neuronal automatizado, almacenado en los ganglios basales, que ahorra energía cognitiva y hace posible la constancia.
Cuanto más repetimos una acción en un contexto similar (mismo lugar, misma hora, mismo disparador), más rápido se consolida ese hábito.
(Lally et al., 2010) hallaron que, en promedio, un nuevo hábito se consolida entre 66 y 254 días, dependiendo del grado de complejidad y motivación.
¿Qué necesitas para crear adherencia real?
Repetición: Realizarlo con frecuencia y en el mismo contexto
Recompensa: Asociarlo a una sensación positiva (bienestar, alivio, motivación)
Recordatorio: Estímulo que dispare la acción (alarma, visual, sensorial)
Red: Acompañamiento, comunidad, rendición de cuentas
Hábitos que potencian la adherencia terapéutica
1. Asociar el suplemento o tratamiento con una rutina existente
Ej: tomarlo justo después del cepillado o antes de meditar o salir de tu casa.
2. Crear un ritual sensorial
No solo “tomar pastillas”. Tomarlo con agua tibia, con tu té favorito, en tu tasa favorita, con una afirmación, aceite esencial o respiración profunda.
3. Registrar los cambios
Usar una libreta, app o calendario visual para marcar el avance. El cuerpo mejora más cuando lo observas.
4. Educar sobre el “por qué”
Cuando entiendes cómo funciona tu suplemento o terapia, le das sentido, y eso lo vuelve sostenible.
5. Anticipar recaídas, no juzgarlas
Un hábito no se rompe por fallar un día. Se sostiene cuando decides volver al día siguiente.
La adherencia no es rigidez.
Es el arte de regresar cada día a lo que sabes que te hace bien.
¿Y cómo se ve esto en mi? Te dejamos algunos perfiles y tips para lograrlo:
Perfil 1: Paciente con Diabetes tipo 2
Desafío: Tratamiento farmacológico crónico + dieta + ejercicio + control glucémico + salud emocional.
Obstáculos más comunes en este perfil:
• Fatiga por “tanta demanda”, o cosas que incorporar en tu vida
• Mejoría inicial que lleva al abandono
• Falta de comprensión sobre la progresión silenciosa de la enfermedad
• Estigmas sociales sobre la alimentación “restrictiva”
Estrategias de adherencia:
• Asociar la toma de suplemento como Body Balance con el desayuno, comida y cena (ritmo circadiano).
• Registrar glucosa y síntomas semanalmente para visualizar avances, lo puedes escribir y tener en un registro.
• Reunirse 1 vez al mes con un profesional o grupo de apoyo y hablar de cómo te has sentido en todo el mes, que cambios hiciste y cómo lo manejaste (hasta con un amigx), lo importante es hablarlo.
• Entender el impacto metabólico de cada decisión a través de educación simple y personalizada.
Dato clave:
Estudios muestran que una adherencia sostenida al tratamiento en diabetes reduce en 43% el riesgo de complicaciones microvasculares y en 20% el riesgo de muerte prematura (UKPDS, 2008).
Perfil 2: Paciente con obesidad con inflamación crónica
Desafío: Cambios lentos, respuestas hormonales desreguladas, ansiedad por la comida, relación emocional con la alimentación.
Obstáculos comunes:
• Fatiga por resultados lentos
• Creencias de “ya lo intenté todo”
• Sensación de fracaso en recaídas
• Desinformación en redes sobre “modas detox” o soluciones rápidas
Estrategias de adherencia:
• Empezar con una sola rutina diaria (ej. caminata matutina o ingesta de suplemento antiinflamatorio como Body Balance)
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Asocia las cosas que antes te causaban ansiedad con algo que te guste (ej. te causaba ansiedad hacer ejercicio, ahora sal a caminar mientras escuchas tu playlist favorita por 30 minutos, después por una hora)
• Medir avances más allá del peso: energía, digestión, inflamación, estado de ánimo, no todo es el peso.
• Conectar con el cuerpo desde la compasión, no desde el castigo (no está mal “fallar” una vez, somos humanos)
Dato clave:
El 95% de las personas que bajan de peso rápidamente lo recuperan en 2 años. Pero quienes integran hábitos sostenibles tienen hasta 5 veces más éxito a largo plazo (Ory et al., 2010). Entiende que no tienes que castigarte con la comida, es tu aliada.
Perfil 3: Paciente con hipercolesterolemia familiar
Desafío: Condición genética sin síntomas visibles en etapas tempranas, requiere medicación constante y cambios dietéticos preventivos.
Obstáculos comunes:
• Ausencia de síntomas: “me siento bien, no necesito nada”
• Creencias erróneas sobre el colesterol (no es todo malo)
• Abandono del tratamiento en fases asintomáticas
• Miedo a efectos secundarios de estatinas
Estrategias de adherencia:
• Reforzar el “por qué” detrás de cada acción: prevenir infartos, cuidar corazón desde hoy
• Integrar terapias complementarias como polifenoles (ej. Body Balance con bayetilla y berberina) bajo supervisión
• Agendar análisis periódicos para ver el impacto real
• Acompañamiento emocional al recibir el diagnóstico genético (no todo es destino)
Dato clave:
En personas con hipercolesterolemia familiar, una buena adherencia puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en más del 80% (Besseling et al., 2014)
La adherencia no es perfección. Es relación.
Es regresar cada día a lo que sabes que te hace bien, de no castigarte.
Y diseñarlo de forma que no dependa de tu fuerza de voluntad, sino de tu entendimiento profundo.
Un hábito terapéutico se sostiene cuando tiene estructura, sentido y red.
En Elevaté creemos que sanar no es hacerlo todo perfecto, sino construir un hábito con conciencia y sin juzgarte.
Referencias:
• Sabaté, E. (2003). Adherence to long-term therapies: Evidence for action. World Health Organization.
• Ory, M. G., Lee Smith, M., Mier, N., & Wernicke, M. M. (2010). The science of sustaining health behavior change: The health maintenance consortium. American Journal of Health Behavior, 34(6), 647–659.
• Lally, P., Van Jaarsveld, C. H., Potts, H. W., & Wardle, J. (2010). How are habits formed: Modelling habit formation in the real world. European Journal of Social Psychology, 40(6), 998–1009.
• Prochaska, J. O., & Velicer, W. F. (1997). The transtheoretical model of health behavior change. American Journal of Health Promotion, 12(1), 38–48.
• Duhigg, C. (2012). The Power of Habit: Why We Do What We Do in Life and Business. Random House.