Una fitoformulación es más que una simple mezcla de extractos vegetales: es el resultado de un diseño científico que combina múltiples fitonutrientes (polifenoles, terpenos, esteroles, ácidos orgánicos) con el fin de potenciar beneficios y minimizar riesgos. A diferencia de los suplementos que concentran un único principio activo aislado, las Fitofórmulas buscan replicar la complejidad natural de las plantas y su efecto sinérgico sobre el organismo.
En farmacognosia se reconoce que un compuesto vegetal rara vez actúa solo. El ácido clorogénico, la catequina o el ácido fúlvico, por ejemplo, muestran efectos modestos en solitario, pero al interactuar en una matriz polifenólica, sus acciones antioxidantes, antiinflamatorias y reguladoras de microbiota pueden potenciarse mutuamente (Manach et al., 2004).
Diferencias con fórmulas convencionales
Las fórmulas farmacéuticas clásicas suelen basarse en una molécula pura, con dosis exactas y efectos predecibles. Aunque esta precisión es una ventaja en patologías agudas, puede ser limitante en enfermedades multifactoriales como los trastornos gastrointestinales, donde interactúan inflamación, estrés oxidante, permeabilidad intestinal y microbiota.
Las Fitofórmulas, en cambio, ofrecen:
• Poli Farmacología natural: un mismo extracto contiene moléculas que actúan sobre rutas diferentes (por ejemplo, inhibición de NF-κB, reducción de especies reactivas de oxígeno, estimulación de defensas antioxidantes endógenas).
• Balance de efectos: algunos compuestos pueden mitigar la toxicidad de otros (ejemplo: polifenoles que protegen frente a metabolitos oxidativos).
• Soporte holístico: no buscan “bloquear” una ruta específica, sino modular redes biológicas completas, acercándose al concepto de medicina de sistemas (Li et al., 2014).
La importancia de la sinergia
Por ejemplo, cuando una persona consume un extracto de caléndula, obtiene triterpenos, flavonoides y mucílagos que trabajan de forma conjunta sobre la mucosa intestinal (Preethi et al., 2009). Al mezclarse con otros componentes, como el ácido fúlvico del shilajit o los betaglucanos del hongo Chaga, se abre un espectro terapéutico más amplio: antioxidación, reparación epitelial, inmunomodulación y protección de la barrera intestinal.
Este fenómeno se denomina sinergia fitoquímica, y está cada vez más documentado en estudios preclínicos que comparan extractos combinados frente a compuestos aislados (Wagner & Ulrich-Merzenich, 2009).
¿Por qué son relevantes para la salud gastrointestinal?
Los trastornos gastrointestinales , desde disbiosis hasta inflamación crónica, son ejemplos claros de enfermedades que no pueden resolverse atacando una sola diana. Aquí, las fito Fórmulas ofrecen un enfoque prometedor al:
• Regular la microbiota intestinal (polifenoles como catequinas actúan como prebióticos).
• Reducir inflamación y estrés oxidante en el epitelio intestinal.
• Favorecer la integridad de la barrera al modular tight junctions y citocinas.
En suma, las Fito fórmulas son una puerta de entrada a la medicina integrativa basada en evidencia, uniendo lo mejor de la tradición herbal con herramientas de la ciencia contemporánea.
Vital Gut: nuestra visión aplicada de una Fitofórmula
En Elevaté, transformamos este conocimiento en una fitoformulación diseñada específicamente para la salud gastrointestinal: Vital Gut. Esta fórmula integra cuatro ingredientes con tradición ancestral y respaldo científico emergente:
• Shilajit (Asphaltum punjabianum): rico en ácidos fúlvicos y húmicos, con capacidad antioxidante, moduladora de energía celular y protectora frente a radicales libres.
• Chaga (Inonotus obliquus): hongo adaptógeno con betaglucanos e inotodiol, que refuerza la respuesta inmunológica y apoya la mucosa intestinal.
• Bayetilla (Hamelia patens): fuente de flavonoides y catequinas con actividad antiinflamatoria y antioxidante.
• Caléndula (Calendula officinalis): reconocida por sus triterpenos y mucílagos, con efecto reparador y calmante en la mucosa digestiva.
Evidencia preliminar de seguridad
Para garantizar su perfil de inocuidad, evaluamos Vital Gut tanto in-silico como in-vitro:
• In silico: a través de bases de datos (canSAR.ai, ChEMBL, PubChem, Way2Drug), los principales fitoquímicos de la fórmula (ácido clorogénico, catequina, ácido fúlvico, α-cadinol) mostraron baja citotoxicidad reportada en líneas celulares normales. Se detectó además un posible papel modulador frente a células tumorales, aunque aún requiere investigación en modelos gastrointestinales específicos.
• In-vitro: en fibroblastos humanos HFF-1, Vital Gut no mostró citotoxicidad ni alteraciones morfológicas hasta concentraciones de 1000 μg/mL, lo que indica una señal de seguridad preliminar.
Con esto Vital Gut busca ir más allá de un extracto aislado: su diseño integra polifenoles, terpenos y fracciones húmicas que actúan sobre barrera intestinal, inflamación y microbiota de manera complementaria. Nuestra meta es avanzar hacia la validación científica .
Con este enfoque, Vital Gut representa la evolución de las Fitofórmulas, uniendo tradición herbal, biología de sistemas y validación científica.
Retos de las Fitofórmulas
No todo es ventaja. El diseño de una fitoformulación enfrenta desafíos científicos y regulatorios:
• Estandarización: cada lote de planta puede variar en concentración de fitoquímicos según origen, clima y cosecha, (dato curioso: en Elevaté cultivamos nuestra especie de Bayetilla, además cuenta con su Certificado Taxonómico emitido por la UNAM, eso hace que este estandarizada )
• Control de calidad: es necesario validar pureza, ausencia de contaminantes (metales pesados, pesticidas) y presencia de marcadores bioactivos mediante técnicas analíticas como HPLC o LC-MS.
• Evidencia clínica: aunque la farmacognosia respalda el uso tradicional de muchas plantas, demostrar eficacia en ensayos clínicos bien controlados sigue siendo una deuda científica. (En el elevador pusimos nuestro grano de arena haciendo nuestro estudio in silico e in vitro de nuestra fórmula).
Referencias:
• Li, S., Zhang, B., Jiang, D., Wei, Y., & Zhang, N. (2014). Herb network construction and co-module analysis for uncovering the combination rule of traditional Chinese herbal formulae. BMC Bioinformatics, 11(Suppl 11), S6. https://doi.org/10.1186/1471-2105-11-S11-S6
• Manach, C., Scalbert, A., Morand, C., Rémésy, C., & Jiménez, L. (2004). Polyphenols: Food sources and bioavailability. The American Journal of Clinical Nutrition, 79(5), 727–747. https://doi.org/10.1093/ajcn/79.5.727
• Preethi, K. C., Kuttan, G., & Kuttan, R. (2009). Anti-inflammatory activity of flower extract of Calendula officinalis Linn. and its possible mechanism of action. Indian Journal of Experimental Biology, 47(2), 113–120.
• Wagner, H., & Ulrich-Merzenich, G. (2009). Synergy research: Approaching a new generation of phytopharmaceuticals. Phytomedicine, 16(2-3), 97–110. https://doi.org/10.1016/j.phymed.2008.12.018